Alicia la misma que había visitado el País de las Maravillas, le pico la curiosidad y se atrevió a pasar por el espejo de su casa, lo que ahí encontró fue un mundo sin cordura donde las piezas de ajedrez se mueven a su libre albedrio, las flores hablan, el tiempo no avanza hacia adelante sino hacia atrás, y surgen personajes tan delirantes, como el terrible Humpty Dumpty, que se vuelven tan entrañables como uno los conoce y les va haciendo espacio en su mente.