Alicia va a cumplir diez años y quiere que su piñata tenga forma de princesa, pero no de cualquier princesa, ella quiere una de verdad, a Carolina de Mónaco. Mientras Alicia atosiga a su mamá con los preparativos, también debe solucionar algunos pendientes como la jerarquía de sus abuelas, el hecho de que su papá ya no vive en la misma casa con ellas o el conflicto que supone que dos de sus mejores amigas estén peleadas.