El conocimiento de la constitución anatómica del cuerpo humano es relativamente reciente. Esa falta de conocimiento anatómico no fue debido a que se careciera de interés por conocer la estructura humana, sino a que le médico no creía en la necesidad de ese conocimiento, para evitar o curar la enfermedad.
Sin embargo, es de suponerse que desde tiempos remotos el cazador, el hombre que partía los animales para comerlos y el primer guerrero, tuvieron curiosidad, cuando menos, por saber la situación de las principales vísceras, la forma de los huesos o el trayecto de los grandes vasos. Anatomía Humanas es un verdadero libro de texto, además, puesto que está destinado exclusivamente a la enseñanza.
Tiene la suficiente extensión para poder abarcar los conceptos fundamentales de la Ciencia Anatómica y al mismo tiempo carece de la detallada prolijidad de los libros de consulta que abruman al estudiante, le cansan y dificultan el aprendizaje de la materia, por lo que se encuentra desbordado antes de haber alcanzado la debida especialización.
El lenguaje es sencillo y claro en consonancia con la índole didáctica de la obra, y es resultado del profundo conocimiento que los autores tienen de la Anatomía Humana, así como de su dilatada experiencia en la enseñanza de dicha disciplina. También se ha logrado, con la cuidadosa presentación del texto y la exacta reproducción de los grabados, muchos de ellos a colores, colocar el libro a la altura del fin a que está destinado.
