Cuando murió Manchitas, el hámster, Julián y su hermana se sintieron muy tristes. Y más tristes aún cuando su padre les anunció que, bajo ninguna circunstancia, volverían a tener una mascota en casa. Pero Julián, terco y desafiante, se las ingenió para lograr tener un animalito de nuevo. Sin embargo, las cosas no salieron como él las tenía planeadas. ¿O tal vez sí?