Cuando nace el gatito blanco de esta historia, su madre no le dice que los gatos tienen nueve vidas. Poco tiempo después el gato blanco va a parar a casa de una anciana fea, cariñosa e inteligente. Bella Donna, que así se llama, bautiza al gatito con el nombre de Aristóteles. Poco a poco va perdiendo sus vidas pues la casa de la bruja, es un lugar demasiado peligroso para un gato aventurero como él.