Madrid y Barcelona constituyen los dos mayores espacios urbanos de España, a la vez que los más importantes; sus respectivas áreas de expansión metropolitana representan el 24,5% de la población española (censo 2011). Desde la década de los ochenta ambos espacios han experimentado profundas transformaciones territoriales y sociales que son el resultado de los cambios demográficos, residenciales, socioeconómicos, culturales o políticos, entre otros, que han operado en la sociedad española y en el mundo global.