Cuentos de amor, de locura y de muerte, publicado en 1918, es la más vívida muestra de la capacidad de Quiroga como cuentista. Quizás sea él, el mejor exponente latinoamericano de la literatura del horror y lo fantástico, y el sucesor en nuestra tierra de Poe y Maupassant. Lo cierto es que pocos autores de habla-hispana han sabido retratar tan intensamente las historias de su pueblo desde el género maldito.