Lo maravilloso y lo complicado de ser distinto a los demás y cómo esto nos hace únicos. «Agustín tiene un problema: vive en una ciudad donde toda la gente y todos los objetos tienen su sombra de color negro», menos él. Agustín es un niño que vive en un edificio muy, muy alto.
Tan alto que el último piso casi toca las nubes. A él le gusta acercarse a la ventana y desde ahí mirar durante horas y horas la ciudad y a los demás niños que juegan a lo lejos. Pero nadie, nunca, lo invita a jugar...