Escribimos el libro como una aportación en este campo transdisciplinario, en el que se cruzan diversos saberes que van desde aspectos filosóficos, como la axiología y la estética, hasta técnicos, como el fracking o el derecho procesal, con diversos posicionamientos que nos llevarán de la mano ante la preocupación de la crisis del deterioro que padece el planeta con sus diversas reflexiones y propuestas, como la ecología profunda, el constitucionalismo ambiental o, como preferimos llamarlo, el constitucionalismo de la naturaleza, el animalismo o defensa de los animales no racionales o parlantes, presentando las cuatro posiciones dominantes, a partir del sentismo pitagórico y benhamiano.
Abordamos los ecofeminismos que día a día cobran más adeptos; la teoría del decrecimiento que conjuga elementos occidentales y de otras partes de nuestro planeta; el debate del desarrollo sostenible que se considera contradictorio en sí mismo, al cual Serge Latouche lo conceptualiza en términos de la figura lógica de un oxímoron; al igual, hablamos del desarrollo y sus implicaciones consumistas, de lucro y neoliberales; además, referimos a lo sustentable o sostenible, sin juntar estos dos conceptos, pues caeríamos en una contradicción antagónica.
Con uno de los grandes intelectuales de nuestra época, George Steiner, aprendimos en esta obra que: "somos invitados de la vida y de esta tierra, que sistemáticamente robamos, devastamos, destruimos y llenamos de contaminación como bien sabemos. Creo que debemos aprender a ser invitados mutuos para sobrevivir".