Los numerosos tópicos que propone Friedrich Nietzsche a lo largo de su obra hoy se estudian bajo una nueva mirada. En el ocaso de la Filosofía resurgen los grandes genios y, bajo un contexto de paradigmas inimaginables para el autor, acaso el fin ulterior del libro, por fin sea comprendido. El pueblo es un rebaño imbécil, escribió en su momento Maupassant. Tal vez hemos evolucionado hacia el Hic et nunc, aquí y ahora, la máxima latina que guio a Nietzsche en su aislamiento.
Ecce Homo resulta una lectura inquietante, ya que es un libro que trata de resumir la obra del filósofo desde la autobiografía, y resulta sorprendente el tono ameno con el que se leen las páginas y la facilidad con la que se ingiere el veneno de su conocimiento. La explicación final no convierte la lectura del texto en un acto más digerible o amable, pero si más luminoso en la creación del hombre que diga si a la vida, en la construcción de un mundo que no sea producto de la mentira sino del ser libre que diseña su propia vida y produce una realidad promisoria y humana.