"El proceso" plantea un problema que resuelve "El Castillo" en cierta medida. El primero describe de acuerdo con un método casi científico y sin concluir. El segundo, en cierta medida, explica.
El Proceso diagnostica y El Castillo imagina un tratamiento. Pero el remedio que se propone en él no cura. Lo único que hace es que la enfermedad entre en la vida normal. Ayuda a aceptarla. En cierto sentido la hace querer.