Quizá el menos famoso de los que participaron en la Revolución mexicana, Felipe Ángeles fue uno de los más trascendentales. Por su arrojo y solidez de principios, era respetado por Madero, Carranza, Obregón, Zapata y, sobre todo, Villa.
En esta novela, que parte de la crónica ficticia de un reportero cercano a Francisco Villa, el lector se puede acercar no sólo a la importancia de Felipe Ángeles en la lucha revolucionaria, sino además a las insidias y traiciones que transformaron el sueño de justicia en algo muy diferente.