Una noche de verano, Dumbledore llega a Privet Drive para recoger a Harry Potter. Tiene la mano de la varita ennegrecida y arrugada, pero no explica el motivo. Entre los magos circulan secretos y sospechas, y ni siquiera Hogwarts se encuentra a salvo.
Harry está convencido de que Malfoy lleva grabada la Marca Tenebrosa: hay un mortífago entre ellos. Así, Harry necesitará practicar su magia más potente y contar con la ayuda de amigos de verdad para explorar los secretos más oscuros de Voldemort, mientras Dumbledore se prepara para afrontar su destino.