François es responsable de un centro ecuestre en Bretaña. Un día, en medio de las rocas, descubre a una joven inconsciente. Por un capricho, decide llevarla a su casa en lugar de pedir ayuda. La extraña se despierta pero no dice nada sobre ella, excepto su nombre: Elsa. Entonces comienza una extraña convivencia, cada uno revelándose a pesar de sí mismo.