La autora propone la lectura de Tres ensayos de teoría sexual (1905) de Freud y de sus notas añadidas para valorar la importancia que tiene precisar cronológicamente las relaciones de antecedente y de consecuente respecto de la descripción y la elucidación de la posición freudiana respecto al tema de la homosexualidad masculina. Subraya la evidencia de que el intento de un análisis histórico del concepto conduce necesariamente a una cierta relatividad.
Por una parte, propone preguntarse si la noción misma de la homosexualidad
masculina alcanza un estatuto conceptual en el desarrollo teórico del pensamiento freudiano. Porque para Freud no se trata tanto de una exigencia nosográfica, sino más bien de ubicar la variedad de conductas que suelen agruparse abusivamente bajo este término.
En este sentido, la posición freudiana cambia el método descriptivo de finales del siglo XIX por el esfuerzo de constituir una nosografía de la homosexualidad, pero a la vez por establecer la etiología de la misma; es decir, por preguntarse por sus causas.