La liebre y la tortuga es una de las conocidas y clásicas «Fábulas de Esopo», protagonizadas por animales en cuyo final encontramos una moraleja. En esta oportunidad, aprendemos cómo «no siempre es el más veloz quien gana la carrera». Esta fábula nos deja un muy buen mensaje para la vida: más vale la persistencia y la sabiduría que la arrogancia y la excesiva seguridad en nuestra superioridad.