Tener una discapacidad física, cualquiera que sea su magnitud, no significa ser disfuncional sexualmente; sin embargo, hay personas que a partir de una limitación física adoptan actitudes negativas hacia su propia sexualidad, sin considerar que tienen las mismas necesidades emocionales y sexuales que cualquier persona, así como el derecho a estabLecer relaciones de pareja.
Con frecuencia, hombres y mujeres -adolescentes o adultos- que viven con discapacidad tienden a aislarse al percibir los miedos, el rechazo, y la negación de su sexualidad por parte de la gente que los rodea. Por otra parte, la creencia de que no poseen un cuerpo completamente "sano" puede interferir con su conducta sexual, su función reproductiva o ambas; es tambiéN un factor que disminuye su autoestima y los confina a un mundo de tristeza, frustración y soledad.
Esta es una guía tanto para la persona con discapacidad física como para sus familiares y personal tratante, porque informa sobre los efectos que produce una discapacidad sobre la sexualidad; orienta acerca de la ayuda específica que puede recibir la persona con discapacidad para la atención de su sexualidad, y ofrece la consejería sexual adecuada para contribuir a la educación de niños y adolescentes respecto a este tema de vital importancia