Seamos sinceras. No somos ni superwomans, ni perfectas. Además, el multitasking es un invento del demonio. Por su culpa acabamos planchando el informe de la oficina o tomándonos la papilla del bebé. Nos ganamos a pulso las victorias, y nos reímos de nuestros errores, ¡si no fuera por ellos seríamos diosas!
Empodérate de humor y buena onda con las historias de Mym. ¡Seguro que más de una te ha pasado a ti!