Pauline, abandonada por Ben, se ve obligada a vivir en casa de sus padres con su hijo de 4 años. Primero se deprime y luego decide revivir lo que había mantenido su relación con su esposo hasta ese momento. Enviándole cada día el recuerdo de una historia relacionada con su encuentro, intenta recordar a Ben, que quizás lo haya olvidado que se amaron.