La Isla de Benahoare es un colosal y abrupto bloque de basalto y diorita, recubierto de corrientes de lava de todos los períodos geológicos que ha vivido, surcado por vertiginosos barrancos, algunos de los cuales dan la impresión de fracturar la corteza del planeta y de hundirse en sus entrañas... La Caldera, en su centro, es el crisol de las fuerzas tectónicas que produjeron su nacimiento y su formación... Del aura suave de los húmedos alisios y de las laboriosas manos de sus nativos, primorosos horticultores, ¡aflora la más edénica de las islas!