Paso los días refugiado en La Mansión, lo único que deseo es beber y olvidar, estoy roto por dentro. El placer y el alcohol son mi única redención
Todo parecía oscuro hasta que llegó ella, Ava, ofreciéndome algo que nunca creí posible: una distracción de mi tormento diario, una especie de paz. Me ha hechizado, y por primera vez en muchos años, siento cómo retumba mi corazón.
Las mujeres nunca me han rechazado, se rinden a mis pies, pero ella es distinta. Ella. Sin darme cuenta, se ha convertido en mi obsesión y en la única persona que puede evitar que caiga por el precipicio. Necesito a Ava y haré cualquier cosa por tenerla, pero debo ocultarle mi gran secreto, porque la verdad podría destruirnos a los dos.