Ante el duro diagnóstico de la enfermedad incurable de su hijo Leo, Luis Roberto Pentel inicia una frenética aventura para conseguir un remedio mágico que curará al pequeño y le dará algo parecido a la vida inmortal. Ayudado por Félix, un empleado del Museo Aventura, donde Leo pasaba divertidas tardes, Luis Roberto se verá obligado a superar su irresponsabilidad, su afición a la mala vida y su pasividad.
En su camino se enfrentará con gente ambiciosa, poderosos empresarios, una astuta ingeniera, un suegro hostil y una esposa resentida. Pero, sobre todo, tendrá que enfrentar sus terribles miedos y la figura de un padre descalificador.