Al llegar a la edad adulta, Jonathan perdió su brújula durante un tiempo. Sus fuertes procesos de duelo lo llevaron a la búsqueda de sí mismo y de la paz interior. Por medio de la meditación y la práctica del desapego, comprendió que la única manera de renacer y seguir vivo era fundirse nuevamente con su real ser. Esta experiencia culmina con la unión entre el mundo físico y el mundo espiritual, pero sobre todo con el extraordinario reencuentro que experimenta con su pequeño niño interior. Esta historia relata el viaje que inicia Jonathan por el desierto. Lo que empieza como un viaje al exterior, se convierte en un descubrimiento. Adquiere esta bella obra e intérnate en un relato profundamente humano, un testimonio del renacimiento espiritual y la importancia, de amarnos a nosotros mismos.