¿Qué harías si un día recibes un artefacto muy extraño de regalo de cumpleaños y simplemente no sabes qué hacer con él? Eso fue lo que le ocurrió a un cocodrilo, quien, al desenvolver su regalo, se quedó perplejo. Este objeto misterioso fue pasando de animal en animal, y cada uno le encontró una función diferente hasta que el regalo llegó a las manos adecuadas que sí supieron qué hacer con él.