Itzel y su hija Olga viven escondidas del mundo en una playa cercana a Acapulco. Huyen de algo terrible que les sucedió meses atrás en la Ciudad de México. Intentan que todos sus días sea apacibles y sus noches largas. Pero el paradisíaco estado de Guerrero nunca ha sido un sitio tranquilo. Su nombre y su historia se asocian a fiestas sin fin y a la numerosas estrellas que lo visitiaron.