Para el fiscal Brass, ser hechicero no implica ni un ápice de fascinación por el mal, sino todo lo contrario. Gracias a su talento, ha conseguido neutralizar a las cinco grandes familias que dirigen el crimen organizado de Nueva York.
Pero el inevitable retorno al equilibrio de las fuerzas antagónicas va a sumergirle en una prueba que le hará replantearse sus convicciones más profundas...