«Y es que el romano, al que las historias de hechos de sangre le rondan siempre la cabeza, aprovecha cualquier ocasión para jugar con la idea de matar a alguien.» Johann W. Goethe
Las fiestas no son el tema principal de Goethe, pero en el curso de sus viajes forzosamente tuvo que participar en algunas y dejar constancia de sus impresiones. Juan de Sola ha reunido, traducido y prologado en este volumen dos textos contrapuestos pero igualmente reveladores: El carnaval de Roma (1789), acompañado por las veinte ilustraciones en color originales de Georg Melchior Kraus, y La fiesta de san Roque en Bingen (1817). Si el colorido, el desorden y la búsqueda de placer sin trabas que Goethe vio en las calles de Roma le fascinaron a la vez que, en cierto modo, le perturbaron, también le parecieron algo artificiales y regulados. En cambio, en la consagración de una capilla católica a orillas de Rin encontró la serenidad, la armonía y el espontáneo espíritu popular que más se avenían a su sensibilidad. Un fenomenal rito pagano vivido con derroche y alegría se enfrenta a una festividad religiosa donde todo invita al recogimiento, a la piedad
y al vino. Dos espléndidas crónicas que, en conjunto, ofrecen una sugerente muestra de la literatura de viajes de quien Napoleón dijo que poseía, como él mismo, «la virtud de lo completo».