Cuando el ministro norteamericano Hiram B. Otis decide comprar el antiguo castillo de los Canterville, para ir a vivir en el con su familia, todos le dicen que esta cometiendo un error ya que esta encantado; le advierten que el fantasma de Sir Simon de Canterville vaga por el castillo desde que éste asesinó a su esposa junto a la chimenea del salón, en cuyo sitio aparece una y otra vez una curiosa mancha de sangre.
Una equilibrada y entretenida historia en la que Óscar Wilde ridiculiza las leyendas de fantasmas y nos lleva de la mano hacia un territorio de ficción y realidad en el que todo puede suceder.