Historias de terror, sucesos o seres sobrenaturales, fantasmas y otros seres fantásticos están presentes en la literatura desde sus orígenes, pero durante los siglos XVIII y XIX los relatos de seres y circunstancias extra naturales se convirtieron en un subgénero claramente diferenciado.
Espíritus regresando de su tumba para vengarse, resultaban aterradores tan sólo por introducir un matiz de duda sobre su existencia. La posibilidad de que no sean reales, o que sean apariciones del demonio en lugar de auténticos espíritus, confiere dinamismo y energía a la acción.
El elemento sobrenatural puede ser un esqueleto en un armario o un misterioso acontecimiento del pasado aún sin resolver. El escenario típico es un castillo remoto y medieval o un cementerio en un paisaje desolado e inhóspito.