Durante el siglo xx el movimiento comunista representó una esperanza para muchas naciones y personas que aspiraban a un mundo justo y equitativo. Numerosos intelectuales se unieron a las filas de esta ideología, como fue el caso de George Orwell.
Sin embargo, las promesas comunistas, en algunos casos, pronto se transformaron en nuevos mecanismos de poder y tiranía. Rebelión en la granja es un reflejo alegórico y satírico del fracaso de la Revolución rusa, así como de muchos ideales políticos y filosóficos tergiversados por el ansia de poder. Esta novela, que bien puede leerse a manera de fábula, consagró a Orwell como uno de los autores más mordaces y clarividentes de su tiempo.