Cuando en 1947 Aldous Huxley escribió el artículo que da título a este volumen no podía imaginar siquiera que quince años más tarde su biblioteca de Los Ángeles sería realmente pasto de las llamas, pero es ésta una coincidencia y una anticipación muy propia del autor de obras como Un mundo feliz y La isla. Una buena dosis de Huxley quintaesenciado que demuestra la absoluta vigencia de uno de los grandes escritores del siglo XX.